Consejos y precauciones para conducir con moto en invierno
30 Noviembre 2020
Llega el frío y el mal tiempo propios del invierno, pero eso no significa que no se pueda coger la moto ni mucho menos. Simplemente hay que mimarla más, tener cuidado a la hora de conducirla y adecuar nuestra indumentaria a las inclemencias meteorológicas.
Equipamiento para moto en invierno
Empecemos por este último punto, porque abrigarse es lo primero que recomiendan para conducir una moto en invierno. Hay que optar por una indumentaria que proteja del frío y la posible lluvia, pero sin que reste movilidad. No hay que pecar por exceso de capas de ropa ni por defecto, basta con adaptar el vestuario a las condiciones atmosféricas.
En este sentido, la ropa térmica será la aliada perfecta para mantener la temperatura del cuerpo, mejor si es transpirable para evitar la humedad en la piel. Puede colocarse debajo de una camiseta o de un forro polar, según los grados y el recorrido que vayamos a realizar. Conviene llevar siempre encima una chaqueta para moto de invierno que cubra la zona lumbar, allí donde el pantalón no llega a tapar del todo. También ayuda decantarse por ropa reflectante, que permite identificar a los motoristas cuando no hay visibilidad y evitar con ello potenciales accidentes.
No hay que olvidar las manos, aún más con la sensación térmica de estar bajo cero. Utilizar unos buenos guantes de moto impermeables para el invierno, que además favorezcan el agarre, es altamente recomendable, así como proteger los pies con botas aislantes. Al final, se trata de mantener estable la temperatura de tales extremidades para conservar la sensibilidad de los mandos durante la conducción.
Una vez cubierto nuestro atuendo, hay que ver cómo afecta el invierno al equipamiento de la moto. He aquí algunos consejos de mantenimiento para su correcto funcionamiento y uso:
- Evitar que se empañe la pantalla del casco con un Pinlock antivaho.
- Revisar la batería y el estado de los neumáticos con más frecuencia en otoño-invierno que en primavera-verano. Según la moto y el trayecto a realizar, conviene incluso cambiar las ruedas por unas de invierno que se ajusten mejor a las condiciones climatológicas.
- Engrasar los mandos y la cadena, y lubrificar los cables del embrague y el acelerador.
- Calentar el motor previamente.
- Limpiar y proteger las partes metálicas y los cromados, incluso los faros, antes y después de la lluvia.
¡Mucha precaución en carretera!
En cuanto a la conducción, la meteorología puede complicarnos el viaje que teníamos planificado. Hay que fijarse en el estado del asfalto y, junto a todo lo mencionado anteriormente, implementar una serie de recomendaciones para garantizar la seguridad vial:
- En caso de lluvia, igual que sucede con el coche, dejar mayor distancia de seguridad de la habitual y tener cuidado con las frenadas debido a la falta de adherencia de los neumáticos. Se recomienda cobijarse y esperar un rato cuando no hay visibilidad suficiente, sea cual sea el fenómeno meteorológico que complique el desplazamiento.
- En caso de niebla, la mejor opción es aparcar la moto. Si no es posible, utilizar de guía la línea blanca del arcén y reducir la velocidad para evitar colisionar con el coche que va delante.
- En caso de nieve, esperar a que cese nos puede ahorrar un buen susto. Si no es posible realizar una parada, usar marchas largas y tratar de seguir las rodadas dejadas por los coches.
- En caso de hielo, no hay que jugársela. Las probabilidades de caída son elevadas. Los neumáticos de clavos son comunes en países nórdicos debido a la frecuencia de su uso, pero no en países como España. A falta de unas gomas que agarren en heladas, el mejor consejo es sustituir la moto por otras alternativas como el transporte público.
Ya sea por el viento gélido que se siente con la velocidad, la lluvia o el hielo en la carretera, conducir la moto en invierno puede ser toda una experiencia que hay que abordar con más respeto y precaución que en otras estaciones del año con una agradable climatología.
Consultar el Plan de medidas especiales para la seguridad vial de motocicletas y ciclomotores 2020 de la DGT puede ser un buen punto de partida para tomar conciencia de los comportamientos más seguros en carretera y para mejorar el conocimiento sobre accidentalidad, ya que los motoristas siguen siendo uno de los colectivos más vulnerables de las vías.