¿Qué efectos puede tener el estrés sobre la conducción?
27 Septiembre 2022
Aunque el estrés es un proceso psicológico normal, la incapacidad para encauzarlo de forma adecuada puede dar lugar a un profundo nerviosismo y malestar. Si, además, este estado se experimenta durante la conducción, el riesgo de accidente aumenta. Veamos qué efectos puede tener el estrés sobre la conducción y cómo evitarlos.
¿Cómo afecta el estrés en la conducción?
Según datos del RACE y las empresas BP y CASTROL, el estrés aumenta el riesgo de sufrir un accidente en un 28%. Y es que si bien una pequeña dosis de tensión nos permite estar alerta y reaccionar con rapidez si fuese necesario, la combinación de estrés y conducción puede derivar en problemas de atención al volante. Pero, ¿qué otros efectos puede tener el estrés sobre la conducción?
Cuando el estrés alcanza un nivel demasiado alto y logra desajustar nuestras aptitudes psicológicas, no solo disminuye la capacidad de atención y reacción, sino que aumenta la probabilidad de padecer fatiga, dolor de cabeza y dificultad para descansar correctamente. Este último efecto es especialmente peligroso para el conductor y el resto de vehículos.
Además, se produce una pérdida de memoria a corto y largo plazo y una aversión menor al riesgo de sufrir un accidente. Es decir, se circula de forma más agresiva debido a la frustración y el deseo de terminar la conducción cuanto antes.
Por último, los conductores que circulan con estrés sufren el “efecto túnel”. De hecho, según los mapas de calor, la conducción bajo los efectos del estrés reduce la visión periférica y, por tanto, la atención a los elementos exteriores y los espejos retrovisores.
¿Por qué sentimos estrés al conducir?
El estrés en la conducción se da cuando se presentan circunstancias que demandan una respuesta inmediata para la que no tenemos recursos. Estas situaciones pueden derivar de acontecimientos reales o pensamientos irracionales y falsas percepciones.
De todos modos, las causas del estrés y la fatiga en la conducción suelen ser:
- Un estilo de vida acelerado que afecta al trabajo, las relaciones personales y el hogar. Las personas que experimentan estrés persistente pueden descargar esta tensión en la carretera.
- Unas condiciones negativas de la vía, como la falta de señales de tráfico o la presencia de muchos vehículos.
- Tener poca experiencia en la conducción o estar aprendiendo a conducir.
- Haber presenciado o sufrido un accidente de tráfico.
- Sufrir amaxofobia o miedo a conducir, una patología psicológica que puede tratarse en manos de especialistas.
Consejos para evitar el estrés en la conducción
Una vez entendemos qué efectos puede tener el estrés sobre la conducción, es momento de llevar a cabo algunas pautas para reducir la probabilidad de consecuencias más perjudiciales:
- Dormir las horas necesarias y mantener una higiene del sueño adecuada. No obstante, si aparece el cansancio, conviene detener el vehículo.
- Reducir el consumo de alcohol y estimulantes. En su lugar, mantener una dieta saludable y beber agua.
- Ir con tiempo a nuestro destino para no preocuparnos por llegar tarde o no encontrar aparcamiento.
- Evitar las preocupaciones y los pensamientos catastrofistas durante el trayecto, muy habituales durante la conducción automática. En su lugar, pon en práctica la atención plena y trata de estar presente en el recorrido.
- Poner un poco de música.
- Conducir despacio respetando las normas de circulación.
- Si, en cambio, se da un ataque de ansiedad o de pánico, es recomendable detener el vehículo en una zona segura y pedir ayuda profesional o personas de confianza.
Conducir un vehículo no solo requiere habilidad y práctica, sino también paciencia y concentración. Para asegurar un trayecto cómodo y seguro, conviene conocer qué efectos puede tener el estrés sobre la conducción y cómo reducirlo.
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