Renting vs Leasing: ¿Pensando en estrenar coche?
06 Octubre 2021
Si estás pensando en comprar un coche nuevo es posible que hayas revisado ya innumerables marcas, modelos y colores e incluso que hayas pasado por varios concesionarios para probarlos y así elegir el coche que más se adapte a ti. Sin embargo, ¿te has preguntado cuál es la fórmula que más se adapta a tu forma de vida y si hay algo que te convenga más que la compra? Porque quizás tengas ciertas dudas de cara a si esta opción a largo plazo es la ideal para ti, especialmente si tienes dudas que tengan que ver con mudanzas, cambios de trabajo o ampliación de la familia. Seguramente hayas oído hablar del renting y el leasing pero ¿sabes en qué consisten? ¿conoces sus diferencias? Te lo contamos todo para que, con toda la información, elijas lo que mejor se adapta a ti y a tu futuro.
Empecemos por el renting.
Se trata de un arrendamiento a largo plazo; la empresa de renting te ofrece el vehículo a cambio de una cuota mensual y durante ese tiempo, la propiedad del coche sigue siendo de la compañía que te lo alquila. La cuota suele ser algo más alta ya que incluye todos los gastos derivados del uso del vehículo como impuestos, mantenimiento, averías, etc. En esa misma cuota también se incluye el seguro del coche.
El caso del leasing.
Tú pasas a ser el responsable del vehículo por lo que, pagas igualmente una cuota mensual, pero esta es más baja ya que eres tú quien tiene que pagar aparte los impuestos, el taller si surge alguna avería, etc. Por ello, es necesario que intervenga alguna entidad de crédito y además, en el leasing, tiene que existir obligatoriamente un momento —normalmente a partir de los 24 meses que es el plazo mínimo— en el que se tenga la opción de comprar el vehículo por lo que llaman el “precio residual”, es decir, lo que aún no se ha pagado del valor del coche.
Más diferencias.
Otra de las diferencias, que suele ser relevante especialmente si quien se está debatiendo entre las dos opciones es autónomo o empresa, es la política fiscal a la que están sometidas. En el caso del renting, solo es posible deducirse el importe de la cuota relativa al arrendamiento mientras que en el caso del leasing se puede deducir toda la cuota. Esto hace, junto con la posibilidad de adquirir el vehículo tras un tiempo, que el leasing sea una de las opciones más demandadas por pequeñas empresas.
El renting también nació más orientado a las empresas ya que permitía, especialmente a las grandes empresas, tener coches prácticamente nuevos sin tener que preocuparse por mantenimientos o impuestos y, una vez finalizado el contrato, prorrogarlo y volver a renovar la flota de empresa con vehículos nuevos, más modernos y tecnológicos e igualmente sin las preocupaciones de los gastos derivados.
Ahora, con las complicaciones que muchas veces ofrece la vida moderna, con cambios de residencia, en el trabajo o incluso en los posibles miembros de la familia, muchos particulares están acercándose a estas opciones que permiten no tener que comprometerse a medio o largo plazo con la compra de un vehículo y poder optar por nuevos modelos de consumo más flexibles sin los inconvenientes del vehículo en propiedad. Además, es también muy indicado para aquellos que les gusta estrenar coche cada poco tiempo ya que, por una cuota al mes, se podrá cambiar de vehículo cada poco tiempo, normalmente unos dos o tres años, asegurándonos de tener siempre los últimos modelos con los mejores avances del mercado.
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