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Averías más habituales en el verano en los hogares españoles

Aunque no te lo creas, las averías también conocen de estaciones y no son las mismas las que se producen en invierno que las más habituales en verano. Con los meses más fríos es más común que las reparaciones tengan que ver con problemas causados por el mal tiempo, las bajas temperaturas, la lluvia o el frío y muchas de esas averías tienen como protagonistas los radiadores y los sistemas de climatización. En verano, cuando la sombra se convierte en un oasis, los problemas que surgen en el hogar son muy diferentes aunque, obviamente, también tienen mucho que ver con el clima y nuestras costumbres más veraniegas.

Una de las averías más habituales en verano son las goteras y las fugas de agua. Con la llegada del calor, se utilizan mucho más los grifos y no solo los de la casa sino también aquellos que podamos tener en exteriores, en una patio o terraza que, cuando amenazan las altas temperaturas, se convierten en una salvación mediante mangueras o duchas exteriores. Así pues, con el uso más intenso de estas instalaciones es habitual que se produzcan averías. De ser así, es imprescindible avisar lo antes posible a un profesional para evitar que los desperfectos sean mayores y puedan afectar a otras viviendas colindantes.

Fuga agua verano

El verano se caracteriza, además de por las altas temperaturas, por las tormentas que llegan prácticamente sin avisar, descargan con fuerza y se marchan como han venido. Si son virulentas, pueden provocar fallos eléctricos por lo que nunca está de más que la instalación haya sido revisada por un especialista. No en vano, se estima que el 10% de las averías en el hogar se dan por problemas en la instalación eléctrica así que, para evitar problemas y no sobrecargar los circuitos eléctricos, no te olvides de desenchufar aquellos aparatos que no se estén usando —recuerda, el standby de los aparatos electrónicos consume electricidad aunque no lo creamos— porque somos conscientes que, cuando llega una ola de calor de las buenas, nadie quiere quedarse sin electricidad y por tanto sin ventilador o aparatos de aire acondicionado. Así que mejor prevenir que curar.

Además, en verano se multiplican también las averías que tienen que ver con los elementos comunes de la comunidad de propietarios ya que, por lo general, se hace más uso de las instalaciones, especialmente si son parques infantiles, salones de juego o piscinas. Estas últimas, además, pueden dar muchos problemas si no se ha realizado un correcto mantenimiento durante los meses de invierno. Esto puede provocar que se produzcan pérdidas de agua, grietas o fugas que suelen tener como punto de origen el filtro, el depósito de agua, la bomba, el calentador o las válvulas de la tubería.

Otra de las averías o reparaciones habituales en verano tiene que ver con las cerraduras. Desde propietarios que prefieren prevenir antes de marcharse de vacaciones y cambian la cerradura de su casa por una más segura, puertas blindadas o cerraduras con barras de seguridad a aquellos que han notado que su cerradura ha podido ser manipulada y prefieren cambiarla por si acaso. Y por supuesto, si llegas a casa y te encuentras que la puerta ha sido forzada, no toques nada y llama inmediatamente a la policía.

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